La piel luminosa de esta rana está abriendo muchas preguntas
Bajo la luz normal, la rana arbórea de puntos (Hypsiboas punctatus) exhibe una paleta mate de verdes, amarillos y rojos. Pero basta con bajar las luces y poner iluminación ultravioleta y este pequeño anfibio muestra un brillante resplandor azul y verde. Eso fue lo que demostraron hace unos meses los herpetólogos Carlos Taboada y Julián Faivovivh, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
La habilidad de absorber luz a frecuencias de onda corta y reemitirla en ondas más largas se llama fluorescencia y es bastante rara en animales terrestres. Es más: hasta no hace mucho, cuando se descubrió este anfibio en marzo de 2017, semejante cosa era totalmente desconocida en una rana. Los investigadores también dicen que la rana arbórea de puntos usa moléculas fluorescentes radicalmente distintas a aquellas halladas en otros animales.
Puesto que la fluorescencia requiere la absorción de la luz, no puede suceder en la oscuridad total. Eso la diferencia de la bioluminiscencia, en la que los organismos crean su propia luz, generada a través de reacciones químicas en el interior de sus cuerpos. Hay muchas criaturas marinas que fluorescen, incluyendo corales, peces, tiburones y una especie de tortuga marina (la hawskbill o carey). En la tierra se conocía la fluorescencia anteriormente, pero solo en loros y algunos escorpiones. No está claro por qué estos animales tienen esta habilidad, aunque las explicaciones incluyen comunicación, camuflaje y atracción de una pareja.
Según Taboada y su colega, las responsables de la fluorescencia verde en estas ranas son tres moléculas en el tejido linfático, la piel y las secreciones glandulares. Las moléculas tienen la estructura de un anillo y una cadena de hidrocarbonos, y son únicas entre las moléculas fluorescentes de otros animales que se conozcan. Las que más se les parecen son las de las plantas, según el químico brasileño y coautor del estudio Norberto Peporine Lopes, de la Universidad de Sao Paulo.
Al parecer, las moléculas fluorescentes recién descritas emiten una cantidad de luz sorprendente, “18% de la luz que produce una luna llena”, lo cual es suficiente para que las ranas vean lo que hay a su alrededor. Se sabe muy poco o, mejor, casi nada acerca del sistema visual de la rana de puntos, por lo que Taboada panea estudiar estos anfibios para determinar si las ranas pueden ver su propia fluorescencia.
“Creo que es emocionante”, dice en la revista Nature el biólogo marino David Gruber de Barush College, uno de los descubridores de la fluorescencia en la tortuga carey en 2015. “Abre muchas más preguntas de las que están siendo contestadas, incluyendo la función de la fluorescencia en el comportamiento”.
Faivovich quiere buscar la fluorescencia en otras 250 especies de ranas que tienen una piel traslúcida similar a la rana arbórea de puntos. “Voy a comenzar a llevar mi linterna ultravioleta al terreno”, dice el herpetólogo.
Ángela Posada-Swafford es una periodista científica y escritora colombiana radicada en Estados Unidos. Ganadora de reconocimientos como el Premio Simón Bolívar de periodismo.