Se calcula que 40% de la madera mundial es destinada a la producción de estibas. En Colombia se talan casi cuatro millones de árboles al año para la fabricación de este producto. Sin embargo, en Antioquia se están haciendo estibas ecológicas que utilizan los tallos de flores de exportación, como las hortensias, para generar un impacto menor en el medio ambiente. Bioestibas es una idea 100% colombiana.
Bioestibas es la primera planta en América Latina de estibas ecológicas, ubicada en La Ceja, Antioquia, muy cerca de Medellín. Su manufactura es fabricada con tallos de flores de exportación: el residuo ecológico es utilizado en un proceso industrial que minimiza su desperdicio y que convierte a las estibas en un producto sostenible y amigable con el planeta. La idea surgió de Álvaro Vásquez Osorio, Carlos Esteban Pérez Dávila y Carlos Mario Betancur Hoyos, quienes sumaron sus experiencias que iban desde el derecho y la arquitectura hasta la mecánica y el mercadeo.
Las estibas comunes son superficies en madera utilizadas generalmente para embalaje, transporte y logística de diferentes productos de distintas industrias en todo el mundo. A pesar de su popularidad, para su fabricación es necesario talar millones de árboles, lo que genera un problema en varios ecosistemas y, a largo plazo, en la sostenibilidad ambiental del planeta. Por eso, empresas como Bioestibas son un ejemplo de innovación industrial: además de mitigar los impactos, generan empleo a comunidades vulnerables y permiten un mejor aprovechamiento de los recursos y de los residuos en un área con una amplia diversidad de negocios.
Entre otras cifras, Bioestibas ha logrado evitar la tala de 775 árboles por mes, impide la emisión de 1.260 toneladas de CO2 y utiliza 250 toneladas mensuales de desechos de hortensia.
Las Bioestibas son verdaderas Fórmulas de cambio. A continuación está la segunda temporada de esta serie producida por Todo es Ciencia para Colciencias: