La humanidad en promedio gasta, cada tres años, casi 1.000 millones de toneladas de plástico. Si no se reduce su consumo, para el año 2050, el océano tendrá más bolsas plásticas que peces. Las bolsas son un elemento básico en los hogares y el comercio del mundo: se trata del producto estrella de la cultura del consumo, donde se usa y tira sin control y no se recicla. Lo más abrumador es que no son biodegradables: cada bolsa que usamos puede tardar hasta 500 años en descomponerse y generalmente termina en los ríos y mares del planeta.
En un esfuerzo que apuesta por la conservación de la tierra, un equipo de colombianos liderado por Jovany Pérez buscó una solución amigable a este problema, desarrollando bolsas plásticas 100% biodegradables, que se diluyen en el agua.
Natpacking es una iniciativa que surgió en Cali, Colombia, como alternativa al consumo de bolsas plásticas y productos desechables. La empresa produce y comercializa material biodegradable y compostable, que agrega valor a las piezas que realizan los clientes y aporta a la conservación del planeta. Lo que fabrican estos caleños es un sustituto del plástico que utiliza el almidón de yuca y se degrada en condiciones de compostaje por la acción de microorganismos (como bacterias, hongos y algas, entre otros) en máximo 180 días, apenas medio año en comparación con el medio milenio que puede tomar el plástico común y corriente. Los animales pequeños, como caracoles e insectos, pueden consumir este material sin problema porque su origen es totalmente vegetal y no se vale de precursores tóxicos.
Esta alternativa ecoamigable desarrollada en Colombia puede cambiar, a gran escala, el rumbo de la problemática de la contaminación y se convierte en una Fórmula de Cambio.
En este enlace es posible ver toda la serie Fórmulas de Cambio realizada por Colciencias y Todo es Ciencia: