Aunque la palabra patente ya no es tan extraña como antes, la importancia del proceso y los pasos a seguir para realizarlo no son tan conocidos aún. Con el fin de animar cada vez a más colombianos a proteger su propiedad intelectual y continuar sus procesos de invención e innovación, en Todo es Ciencia les compartimos a continuación información clave sobre el tema:
¿Qué son las patentes? Son los derechos que otorgan los países a los inventores para que puedan explotar comercialmente y de manera exclusiva sus productos e ideas, y así ninguna persona los use sin su consentimiento. Para patentar una invención se necesita que cumpla con algunas características: que ésta sea novedosa, es decir, que no se haya registrado un desarrollo igual, que pueda ser aplicada industrialmente, y que tenga nivel inventivo.
En Colombia hay dos tipos de patentes:
· La patente de invención, que es la más popular a nivel mundial y se refiere a nuevos desarrollos. Le otorga al titular derechos por 20 años.
· Y la patente de modelo de utilidad, que sólo existe en algunos países, se refiere a mejoras técnicas a productos que ya existen y otorga derechos por 10 años.
Una vez vencidos esos plazos de 10 o 20 años, la invención o las mejoras se convierten de dominio público, y pueden ser usadas y explotadas por cualquier persona sin importar en qué país se encuentren.
Es importante saber que las patentes no son de carácter mundial, sino que deben gestionarse en la oficina del país en el que se quiere proteger la invención. Cada país cuenta con reglamentación de lo que es posible patentar y lo que no. En el caso colombiano, por ejemplo, no es permitido patentar software, elementos de la biodiversidad nacional o recursos genéticos.
¿Cómo se realiza el proceso en Colombia? El primer paso a realizar es radicar ante la Superintendencia de Industria y Comercio la solicitud describiendo elementos como: la tecnología de la invención, su esencia y las características que la hacen novedosa. Tras recibida la solicitud, la SIC la publica con el fin de que en caso de que existan objeciones, puedan ser presentadas. Luego, un examinador se encarga de verificar que cumpla con los requerimientos, y él se encarga de aprobar o negar la patente. Una vez aprobada, el titular de la patente está obligado a pagar una cuota anual por su sostenimiento; en caso de no cumplir, la patente caduca pasando a ser de dominio público.
Aunque la gestión y el sostenimiento de este trámite requiere de tiempo –cerca de 4 años- y de recursos económicos, patentar es un proceso sumamente importante para así proteger la propiedad industrial.
Y si no estás en Colombia, en Gananci tienen muy claro el procedimiento a seguir en todos los países de Iberoamérica. Anímate a patentar, un paso más allá del simple registro intelectual.