La bioimpresión 3D: una alternativa médica que mejora la calidad de vida.
De los usos que se están haciendo de la técnica de impresión en 3D, la bioimpresión en medicina es quizá la que más sorprende en el mundo.
En 1984 cuando Charles Hull trabajaba en una empresa donde hacía objetos de plástico le surgió una pregunta: ¿cómo sistematizar en un proceso la elaboración de objetos hechos en plástico que se crearan capa a capa con el mismo material? La impresión en 3D nace entonces en su garaje de California (EE.UU) como una de las tecnologías que cambiaría la sociedad revolucionando los usos prácticos en algunos campos.
Entre las áreas que sacan más provecho del uso de esta técnica se encuentran: la educación, el automovilismo, la moda, las aplicaciones espaciales, la alimentación y la construcción; aunque, uno de los sectores que ha aprovechado ampliamente las ventajas de este mecanismo es el de la Salud, porque gracias a la bioimpresión tridimensional se están logrando soluciones a nivel reconstructivo en pacientes que necesitan mejorar algunos órganos, sustituirlos o simplemente tener la posibilidad de acceder a una prótesis para alguna extremidad.
La bioimpresión en 3D nace de la combinación de la biología, la realización de biomateriales y la impresión 3D. Además, se sostiene sobre la base de la integración de diferentes tecnologías de campos como la ingeniería, la biología molecular, la física y la medicina. Hay grandes posibilidades al implementar esta técnica de fabricación porque contribuye a bajar los costos y a potenciar la necesidad de acelerar procesos de investigación para aprovechar sus ventajas; por ejemplo, su uso hoy va desde la generación y trasplante de varios tejidos, injertos vasculares, férulas traqueales, tejido para el corazón, tejidos de alto rendimiento, prótesis de extremidades e investigaciones en fármacos.
Los avances en la materia no paran. En el 2016 hablábamos de la “ITOP” (The Integrated Tissue and Organ Printing System) una máquina que imprime huesos, cartílagos y músculos, desarrollada en el Wake Forest Baptist Medical Center en Carolina del Norte (EE.UU) con el fin de crear tejidos y órganos de reemplazo en el laboratorio para resolver la escasez de donación de tejido para trasplantes. También conocimos la hazaña que científicos del Centro de Innovación de Skólkovo en Moscú, realizaron al hacer un trasplante con el primer órgano hecho gracias a una bioimpresora 3D. El procedimiento fue la creación de una glandula tiroides que fue trasplantada a un ratón que sobrevivió y demostró que el órgano funcionaba correctamente.
Este mes la revista Nature publicó un artículo en el que cuenta cómo se están realizando investigaciones en procedimientos de creación de biotintas para la generación de cartílagos bioimpresos en 3D que ayuden a tratar la osteoartritis, lo que demuestra que las investigaciones son innumerables y los científicos siguen en el afán de encontrar nuevos mecanismos para mejorar la calidad de vida de las personas.
En Colombia también hay avances. Un claro ejemplo de lo que esta tecnología puede brindar a un ser humano es una de nuestras #FórmulasDeCambio: el JProject, iniciativa que tiene como objetivo acercar los beneficios de la ciencia y la tecnología a las comunidades. Un grupo de investigadores en el que se encuentra el Bioingeniero Diego Pérez, el Ingeniero Biomédico Juan Osorio, el Ingeniero Mecatrónico Esteban Velásquez, entre otros, crearon una prótesis mecánica impresa completamente en tecnología 3D para Juan Esteban, un niño del municipio de Anzá – Antioquia. Juan no tiene una mano y ellos le dieron la posibilidad de tenerla con este dispositivo robótico que le permite tener funcionalidades de agarre gracias a que por medio de las señales eléctricas que genera su músculo puede controlarlo. Este prototipo fue hecho a su medida y después de muchas pruebas y ajustes fue una realidad que cambió su vida. También conocimos el proyecto Give me Five en la entrevista que realizamos a Christian Silva, el ingeniero mecatrónico que ha donado cientos de prótesis de manos a niños y jóvenes en Colombia.
El desarrollo de la bioimpresión tridimensional va por buen camino. Aunque las investigaciones requieren de tiempo para comprobar la funcionalidad de órganos complejos, tejidos o huesos impresos en 3D, nosotros seguiremos a la espera de los descubrimientos científicos que se generen sobre el tema, porque desde ya están cambiando las formas y maneras de las prácticas médicas.