Se trata de EM Drive, un propulsor que funciona sin combustible. Sin duda, uno de los inventos que traerá cambios increíbles para nuestro futuro cercano.
El motor en su última versión fue patentado en la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido por el inventor e ingeniero británico Roger Shawyer, generando gran expectación pero al mismo tiempo dudas porque se creía que no podría sobrepasar las leyes de la física.
El “motor imposible” como fue llamado inicialmente, fue objeto de estudios de la NASA. Los resultados de las pruebas realizadas revelaron que el polémico sistema de propulsión, que no necesita combustible, realmente funciona.
Pero debemos esperar porque el EM Drive desafía la tercera ley de Newton que establece que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta sobre el primero. Ley que cumplen los cohetes con los gases que expulsan al momento del despegue y propulsión.
¿Cuál es entonces su fuerza de empuje?
El EM Drive convierte la energía eléctrica en propulsión porque hace rebotar microondas en un espacio cerrado, por eso no necesita ningún tipo de combustible. Según la NASA y los estudios realizados en el Laboratorio Eagleworks, el motor tiene una fuerza de empuje de 1,2 milinewtones por kilovatio en vacío y lo pone en un nivel bajo frente a los actuales vehículos espaciales que alcanzan hasta 60 milinewtones. Aunque está en desventaja su pro puede estar en que precisamente no usa combustible lo que lo hace menos pesado, compensando su baja potencia.
Veremos qué pasa, pero mientras tanto, una nave que tenga el motor EM Drive podría llegar a la Luna en unas cuatro horas y a Marte solo tardaría unos 70 días en vez de siete meses. ¿Se imaginan reducir el tiempo de vuelo a Marte a pocas semanas?
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