Cuando el fútbol se disfraza de ciencia
Desde que los analistas decidieron diseccionar los partidos de fútbol como si fueran ratones de laboratorio, el más popular de los deportes se llenó de postulados, teoremas y axiomas que harían morir de la envidia a Euclides, Newton, Kant y al propio Baldor. Esto piensa Eduardo Arias.