A Martha del Pilar López le gustaba el campo de pequeña. Su papá tenía una finca cacaotera en Chaparral (Tolima) y Martha le ayudaba a cosechar el cacao y empacarlo para llevarlo a vender a Bogotá. Martha recuerda que su papá llegaba triste del viaje, le pagaban muy poco por tanto viaje. Desde entonces, Martha Del Pilar López decidió que quería ayudar a su comunidad, a la gente que sembraba cacao en Chaparral, Tolima.
Muchos años, luego de completar sus estudios como ingeniera agroambiental y su máster en ciencias de los alimentos, volvió a Chaparral con un sueño hecho proyecto: creó Chocholates del Tolima y puso una planta de tratamiento del cacao en su pueblo natal, Chaparral. Con ayuda del Fondo Emprender del SENA, ahora Martha dirige Chocotol, una empresa dedicada a la producción de cacao, la investigación en subproductos derivados de la planta y las condiciones de calidad de la misma. Ahora, los campesinos como su papá pueden vender su cacao a precios justos allí, en el Tolima.
Martha López se dedica a liderar Chocotol y además de agrandar su empresa, quiere seguir ampliando los usos del cacao. En este momento investigan cómo aprovechar la cascarilla, un subproducto que hoy es desperdicio en la producción del cacao. Estuvo con nosotros en la Ruta de la Ciencia en El Espinal, estrenando el auditorio y laboratorios del Tecnoparque del Sena Nodo La Granja, donde pudimos conocer su historia y los inicios de su legado en el departamento que la vio nacer, crecer, y cultivar cacao. Martha del Pilar, cuando le preguntamos por la ciencia, nos dijo: “La ciencia no es únicamente en bata en laboratorio, o leyendo libros en la biblioteca, la ciencia es el éxtasis de descubrir algo y la emoción de ayudar a la comunidad con esos descubrimientos.”